Tenemos la bendición de ser sellados por el Espíritu Santo. El Espíritu Santo es nuestra garantía, las arras hasta que venga nuestro Señor Jesús. Las verdaderas riquezas, bendiciones vienen de Dios. Las verdaderas riquezas y bendiciones son eternas. Todas estas y más riquezas vienen por la gracia de Dios y para Su alabanza y gloria.
Propósito de la Escritura: Pablo deseaba que todos los que anhelaban una madurez a semejanza de Cristo recibieran este escrito. El libro de Efesios describe la disciplina necesaria para convertirse en verdaderos hijos de Dios.