Hay que tratar de alcanzar a la persona que está envuelta en la religión, con la verdad. Si tenemos celo, que sea en Dios, con la sabiduría que es diligencia, actividad, trabajo, eficacia, ardor; todo lo que hacemos es por Él y en Él. No tener orgullo, remover “El Yo” y remover la religión de nuestras vidas. Saber que la salvación es para todo aquel que acepta a Cristo Jesús como su salvador. Entender que no es complicada; entonces presentar el evangelio en su sencillez o simplicidad que es. Dejar que Dios salve, por que nosotros no podemos salvar a nadie.
El “evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.“