Dios sigue tratando de alcanzar a Su gente, ofreciendo el perdón de pecados y la salvación. Tanta gracia, a pesar de los pecados de la gente. Él sigue extendiendo Sus manos a nosotros también, nosotros deberíamos de hacer lo mismo a este mundo perdido. La dificultad para nosotros, los cristianos, es: de humillarnos ante Dios, orar, y arrepentirnos de nuestros pecados. 3. Su ira justa está contra todo aquel que no cree, pero Él desea arrepentimiento de toda persona.
El “evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.“