Tenemos limitaciones humanas y no somos capaces, o tenemos la capacidad de comprender la naturaleza ni los atributos de Dios. Dios es Dios, Su gloria y Su majestad no pueden caer en cuestión. No hay nadie que sea Su igual. Él es el Creador y el que sostiene Su creación. Nos tenemos que someter a Él, nos tenemos que someter sin cesar en alabanza y en adoración y gozarnos de que vivimos hoy y en el futuro ante Él.
El “evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.“