Tenemos que andar en el Espíritu. Esto solo es posible si uno es obediente al mandamiento de “sed llenos del Espíritu”. Si estamos llenos del Espíritu Santo vamos a demostrar gozo, gratitud y vamos a ser obedientes. En “sed llenos del Espíritu” nos vamos a someter uno al otro en el temor de Dios. “Sed llenos del Espíritu Santo” quiere decir que somos controlados por la Palabra de Dios.
Propósito de la Escritura: Pablo deseaba que todos los que anhelaban una madurez a semejanza de Cristo recibieran este escrito. El libro de Efesios describe la disciplina necesaria para convertirse en verdaderos hijos de Dios.