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CerrarDespués del diluvio, el mundo fue destruido, pero no el pecado. El pecado vive en el corazón del hombre. El cristiano tiene que tener cuidado. Como cristianos, pecamos y podemos caer. Es mejor arrepentirse y pedir perdón. Tenemos que ser sobrios, tener la claridad de La Palabra y estar alertos al Espíritu. Necesitamos el poder de nuestro Salvador, y eso se encuentra en Su Palabra, en oración, y en el compañerismo.
Referencias Bíblicas: Génesis 9:18-29
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