¿Has compartido el Evangelio con alguien en esta última semana? ¿En este último mes? ¿Te has tomado el tiempo de explicar que el problema con el mundo es el pecado? ¿Te has arriesgado a hablar la verdad de Jesús a aquellos que están perdidos por toda la eternidad si mueren en sus pecados, y que serán juzgados si rechazan el plan de Dios? Arriésgate a decirles que Jesús es ese plan de salvación. ¿Has defendido tu fe, que Jesús es el único camino de salvación? ¿Te has identificado como un discípulo de Jesús? ¿Has hablado la verdad diciendo que la Palabra de Dios es la Palabra completa y absoluta de Dios, que verdaderamente existe el infierno y el Cielo, que son las únicas dos opciones? ¿Te has preguntado: ¿Dónde pasarás la eternidad?